George Hotz opina que hay que ilegalizar la publicidad o cobrar un gran impuestos.
Título: 7 trucos que usan los publicistas para manipularte y hacerte gastar más dinero Autora: Chloe Della Costa — 22 de mayo de 2017
El artículo explica cómo las empresas utilizan técnicas psicológicas y estrategias visuales para influir en las decisiones de compra, muchas veces sin que el consumidor lo note. Aunque existen leyes y regulaciones para frenar la publicidad engañosa, las marcas siguen aplicando tácticas sutiles —y a veces manipuladoras— para aumentar ventas y moldear percepciones. El texto se basa en el libro Hidden Persuasion de Matthijs van Leeuwen, Rick van Baaren y Marc Andrews.
Antropomorfismo Dar características humanas a objetos o animales genera empatía y conexión emocional. Ejemplo: el logo de Heineken con las “e” sonrientes o los anuncios del WWF donde los animales parecen humanos.
Prueba social (Social proof) Usar la aprobación de otros (“La mayoría prefiere…”) o los “me gusta” en redes sociales para convencer. El consumidor confía en la opinión colectiva sin verificar su veracidad.
Reconocimiento de resistencia Simular transparencia o autocrítica para ganar confianza. Ejemplo: el hotel Hans Brinker se promociona como “el peor hotel del mundo”, convirtiendo su mala fama en una estrategia de marketing.
Psicología inversa Decir “no compres” o aparentar desinterés genera el efecto contrario. Ejemplo: Patagonia publicó “Don’t buy this jacket” y, paradójicamente, aumentó sus ventas y mejoró su imagen ecológica.
Sugerencia sexual Asociar productos con atractivo o éxito sexual, incluso de manera implícita, para activar respuestas emocionales inconscientes. Es una de las técnicas más antiguas y efectivas de la publicidad.
Imágenes engañosas Fotos retocadas o comida preparada con trucos (laca en frutas, puré en lugar de helado, etc.) crean expectativas falsas. El retoque digital de modelos también afecta la autoestima y salud mental de los jóvenes.
Rastreo online y en tiendas Las empresas recolectan datos personales y observan el comportamiento del consumidor tanto en Internet como en locales físicos. Algunas usan cámaras ocultas o seguimiento ocular para estudiar reacciones.
A pesar de los intentos de organismos como la FTC (Comisión Federal de Comercio) por frenar la publicidad engañosa, las técnicas de manipulación emocional y psicológica siguen siendo muy efectivas. Por eso, los consumidores deben mantenerse críticos, analizar la información y no confiar ciegamente en lo que ven o escuchan en los anuncios.